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Consejitos para iniciarte en el BDSM

5 de enero de 2024

Las siglas BDSM se refieren a “bondage”, “dominación/disciplina”, “sumisión/sadismo” y “masoquismo”, y forman parte del amplio espectro de prácticas kink. El fetichismo, por ejemplo, pertenecería al kink, pero no al BDSM (necesariamente).

Las prácticas BDSM se han popularizado en los últimos años, de forma que cada vez más parejas se interesan por adentrarse en ellas. Sin embargo, pueden intimidar al principio, ya que (como sabemos), socialmente todavía no existe una buena educación sexual donde poder habernos informado al respecto.

 

En esta entrada te contamos qué saber para iniciarte en el maravilloso mundo del BDSM.

  • Rol: en general, las prácticas de BDSM recogen tres roles distintos: dominante (“D”), que es la persona que tiene el control, sumisx (“S”), que es la persona que lo cede voluntariamente, y switch, que puede ser tanto dominante como sumisx según la situación, la persona, y otros factores. También existe la distinción top/bottom, que se refiere a quién realiza la acción en concreto

 

  • Límites: son clave en cualquier práctica sexual, y se vuelven más cruciales aún en prácticas BDSM, debido a la dinámica de poder existente. Es normal que al principio no conozcas tus límites, por lo que te aconsejamos empezar despacio, con muchos límites, y ya ir rebajándolos según vas explorando. Un límite puede ser, por ejemplo, “no quiero que me toquen los pechos”, o “no me gustan los juegos de asfixia”. El concepto de soft limit hace referencia a límites que se pueden negociar, o que pueden desaparecer en contextos concretos. Es importantísimo hablar de límites siempre antes de empezar una relación BDSM, o una sesión en concreto. Por supuesto, es más importante aún practicar BDSM con una persona que escucha y respeta nuestros límites. Puede ser útil también disponer de palabras de seguridad que utilizar durante la sesión, para informar a la otra persona de que queremos detener la práctica, o ir más despacio.

 

  • Juguetes: todas aquellas herramientas que podemos utilizar en la sesión BDSM: látigos, cuerdas, cinta aislante… Es importante saber que no tenemos que recurrir a ningún juguete para practicar BDSM, pues el BDSM es algo más a nivel psicológico. Si los juguetes nos ayudan, estupendo, pero no debemos pensar que dependemos de ellos.

 

  • Seguridad: el BDSM puede llegar a ser peligroso si no se dispone del conocimiento necesario. Es crucial que antes de realizar una práctica (por ejemplo, la asfixia), nos hayamos informado de forma rigurosa sobre la misma, para no poner en riesgo la salud de ninguna persona.

 

  • Subspace: es el estado psicológico en que entra la persona sumisa, descrito por muchas personas como estar en un “globo”. En este estado, se puede ser más susceptible y no ser tan consciente a la hora de decir “no”, de ahí la importancia de tener los límites pautados con anterioridad a la sesión.

 

  • Aftercare: son los cuidados posteriores a la sesión BDSM. Pueden ser mimitos, comer algo, dejarnos solxs, etc. Se deben pautar previamente, y son importantes porque nos ayudan a volver a un estado psicológico “normal”.

 

Esto ha sido una breve guía al BDSM, pero recuerda que es un mundo muy amplio que acoge infinidad de prácticas: si quieres profundizar, existen distintos recursos online, o comunidades en tu ciudad, donde puedes aprender. El BDSM es maravilloso, aunque requiere de un conocimiento previo para poder disfrutarlo en todo su esplendor, y con seguridad garantizada.

 

Referencias

· Simula, B. L. (2019). Pleasure, power, and pain: A review of the literature on the experiences of BDSM participants. Sociology Compass13(3), e12668.

· Taormino, T. (2012). 50 shades of kink: An introduction to BDSM. Cleis Press.

 

Sara Izquierdo

@vozdelagarta

Escuela Educación Sexual

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